Pasiones en el deporte

Podemos decir que el deporte levanta pasiones, eso es evidente, ya sea en aficionados o en deportistas.
Yo como deportista, pienso que el deporte es como una versión reducida de la vida, y la vida hay que exprimirla al máximo y vivirla con intensidad, por ello me apasiona el deporte. Pero esta pasión, ¿es buena o mala? Digamos que afecta de distinta manera en distintas situaciones, en algunos casos te da ese plus que necesitabas para dar lo máximo de tí y mejora tu rendimiento, pero en otras ocasiones hace que un exceso de competitividad te saque del partido y pierdas el respeto por el rival o incluso los compañeros, que esto derivará en un menor rendimiento.
Por ello, hay que saber encaminar dicha pasión en nuestro beneficio y el de los demás y en el caso de aficionados encaminarlo en un ánimo mas fuerte hacia su equipo y no otros casos como falta de respeto por el rival o la violencia.

Malas actitudes en el deporte

Primero que nada y para entender un poco que es la actitud deportiva, trataremos de entender que es “actitud”, a groso modo la pudiéramos definir como la forma de actuar de una persona, es el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas, podemos definirla también como la forma de expresión que una persona demuestra en base a su personalidad, creencias, experiencias propias o ajenas, entre otros aspectos; partiendo de esta definición diremos que la actitud deportiva es la forma de comportarse de un deportista ante las emociones vividas durante una competencia.
Cuando era pequeño recuerdo que un entrenador de mi equipo decía que en el campo había que comportarse como señores, que como se es en el campo se es en la vida.
En bastantes casos vemos deportistas técnica y fisícamnete muy preparados que bajan su rendimiento por una avctitud mala o desleal en el juego además no son aceptados por el público, por esto desde pequeños es importante fomentar la deportividad y el respeto por el rival ya que uno de los principales objetivos del deporte es la diversión.